Se acabaron los congresos y mis silencios,
y mis cartas con lejanos destinos.
Al blog vuelvo y sin destino
aún así al cruel camino.
En Bécquer no creo,
en esaiozu menos,
a Dios ni lo veo,
soy ateo, carallos!
Cabeza con dolores,
por refundaciones
y algunos desamores
estoy hasta los c......
Entre rima y pareado,
esta "cosa" ha terminado!
dilluns, 1 de desembre del 2008
dimarts, 19 d’agost del 2008
"El final del verano llegó..."
Hace tiempo que no escribo mis "cartas". Debería escribir alguna, aunque es dificil saber expresar lo que uno siente. Y yo ahora siento muchas cosas que tengo prohibido expresar...
Dejando de banda dramatismos varios y sin querer alargarme demasiado, pues empiezo a tener hambre, sólo decir, que como dice el título, las vacaciones han terminado, he vuelto de nuevo a la monotonía aburrida del trabajo, incluyendo la depresión posvacacional y el escribir frases larguísimas cómo ésta. Y para quien quiera saberlo, me lo he pasado de puta madre estas dos semanas pasadas en Andalucía.
Ale, no tengo mucho más que contar hoy. A cascarla!
Dejando de banda dramatismos varios y sin querer alargarme demasiado, pues empiezo a tener hambre, sólo decir, que como dice el título, las vacaciones han terminado, he vuelto de nuevo a la monotonía aburrida del trabajo, incluyendo la depresión posvacacional y el escribir frases larguísimas cómo ésta. Y para quien quiera saberlo, me lo he pasado de puta madre estas dos semanas pasadas en Andalucía.
Ale, no tengo mucho más que contar hoy. A cascarla!
dissabte, 26 de juliol del 2008
Vacaciones Santillana...
No, hoy no escribo ninguna carta. También es bueno variar, a veces.
¡¡¡ Ya estoy de vacaciones !!!
Tres semanas de descanso, alejado de los madrugones, del estrés, de la faena acumulada, de las llamadas constantes de teléfono, del fichar y de la cafetera de empresa.
Ahora es tiempo de despedidas, de amigos, de viajes, de ilusiones, de playa, de lectura y de dormir.
A los que aún no tienen vacaciones les digo: No desespéreis, vuestra desdicha es pasajera.
Feliz verano!!
¡¡¡ Ya estoy de vacaciones !!!
Tres semanas de descanso, alejado de los madrugones, del estrés, de la faena acumulada, de las llamadas constantes de teléfono, del fichar y de la cafetera de empresa.
Ahora es tiempo de despedidas, de amigos, de viajes, de ilusiones, de playa, de lectura y de dormir.
A los que aún no tienen vacaciones les digo: No desespéreis, vuestra desdicha es pasajera.
Feliz verano!!
dimecres, 21 de maig del 2008
Nueva carta en secreto...
Querida ........,
¿Cómo andan tus cosas? Espero que estés bien. Yo lo estoy, al menos la mayor parte del tiempo, tanto del tiempo que paso despierto como del dormido. El trabajo me va bien, sé defenderme de la bandeja dónde dejo las tareas pendientes. Allí cada día tacho con una cruz los días pasados en el calendario. Nunca sé si el día presente se tiene que marcar también o no, pero da idual, no importa. Me doy cuenta que con los años me aferro más a mis cosas. Tengo la misma cartera desde... que uso cartera, está vieja, rota, las monedas se caen, y el carnet de la biblioteca también intenta huir. Y aún así soy incapaz de deshacerme de ella y utilizar una nueva! La modernidad la encuentro fría y me asusta, me siento más cálido entre la vieja estufa de leña que veía de niño y que aún veo si cierro los ojos. Sé que te he hablado alguna vez del maletero de mi coche, aunque creo que no te he escrito de él. Es una gozada abrirlo y adentrar la mirada en él, es casi como una cápsula del tiempo. Allí se puede ver parte de mi vida de los últimos cinco años. Aunque alguien con menos imaginación, sólo verá un maletero lleno de mierda, basura y más mierda. ¡Siempre me encantó la palabra mierda! En ocasiones abro el maletero porque necesito verte, allí, encima de toda esa montaña de recuerdos, ideas, ilusiones, luchas, papeles. Dentro del libro que reposa allí; ese libro antiguo, editado en Cuba, amarilleado por los años, con la portada arrugada y descolorida y con olor a... ¿perro azul tal vez? Entonces lo levanto, y como siempre he querido, te leo estos versos al óido:
RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Antonio Machado
¿Cómo andan tus cosas? Espero que estés bien. Yo lo estoy, al menos la mayor parte del tiempo, tanto del tiempo que paso despierto como del dormido. El trabajo me va bien, sé defenderme de la bandeja dónde dejo las tareas pendientes. Allí cada día tacho con una cruz los días pasados en el calendario. Nunca sé si el día presente se tiene que marcar también o no, pero da idual, no importa. Me doy cuenta que con los años me aferro más a mis cosas. Tengo la misma cartera desde... que uso cartera, está vieja, rota, las monedas se caen, y el carnet de la biblioteca también intenta huir. Y aún así soy incapaz de deshacerme de ella y utilizar una nueva! La modernidad la encuentro fría y me asusta, me siento más cálido entre la vieja estufa de leña que veía de niño y que aún veo si cierro los ojos. Sé que te he hablado alguna vez del maletero de mi coche, aunque creo que no te he escrito de él. Es una gozada abrirlo y adentrar la mirada en él, es casi como una cápsula del tiempo. Allí se puede ver parte de mi vida de los últimos cinco años. Aunque alguien con menos imaginación, sólo verá un maletero lleno de mierda, basura y más mierda. ¡Siempre me encantó la palabra mierda! En ocasiones abro el maletero porque necesito verte, allí, encima de toda esa montaña de recuerdos, ideas, ilusiones, luchas, papeles. Dentro del libro que reposa allí; ese libro antiguo, editado en Cuba, amarilleado por los años, con la portada arrugada y descolorida y con olor a... ¿perro azul tal vez? Entonces lo levanto, y como siempre he querido, te leo estos versos al óido:
RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
Antonio Machado
diumenge, 13 d’abril del 2008
Carta del desaparecido...
Querida ........,
Hace muchas tardes que no te escribo. Siendo sinceros, hace muchas tardes que no escribo nada. Me vuelve loco no saber que escribirte. Me vuelve loco la duda de creer que sólo escribo monólogos, y aunque te hablo a ti, la duda de si me lees, de si me oyes, de si me sientes, me atormenta un poco. Aunque bien pensado, me encanta esta locura. Me gusta mucho estar a tu lado, sólo tu compañía me cura todas las penas del día. Me llamarás cursi, pero me encanta verme reflejado en la claridad de tus ojos. Supongo que es porque me gusta como soy cuando estoy a tu lado. Cambiando un poco de tema, marco el pasar de los días laborales (¿o laborables?) en el calendario, como los presos. Pasó el invierno, y me doy cuenta de las fuerzas que le da a uno un poco de solecito. Algunas noches sonrío al ver cerrar el bar de mi calle que vi abrir esa misma mañana. Estamos ya en abril, mes republicano, mes de primavera. Que rápido ha pasado este año, ¿verdad? Aunque el estrés se apodera de mí por momentos, siempre encuentro algún pequeño hueco por el que escapar de él, leyendo alguna poesía que desconozca, viendo una película antigua, paseando por el barrio de toda la vida descubriendo cosas nuevas o simplemente tomando una caña en un bar "de viejos". Momentos de reflexión relajados, de recuerdos amables, de encuentros con lo perdido y, porque no decirlo, de alegría y felicidad. Y no te daré más la brasa, que con el tiempo que he necesitado para escribir estas cuatro líneas, ya nos podemos dar por satisfechos creo.
Un fuerte abrazo de tu amigo fiel,
diumenge, 10 de febrer del 2008
Café en gasolinera...
mañana soleada
a las puertas del fin de semana
café hirviendo y agujas que pasan
entre pedido y alta
entre ojos y morena
entre pensamientos que pesan
y una poesía en una servilleta
dimarts, 8 de gener del 2008
Carta de año nuevo...
Sigo sentado, mordisqueando un clip, escribiendo tonterías en el teclado, y escribiendo tonterias en un post-it con el boligrafo Bic cristal. Los tiempos en los que uno se sinceraba con la almohada pasaron de moda, ahora toca sincerarse con el post-it (¿será esta una nueva era dominada por los post-its?). Estoy contento, me han dado una grapadora nueva! (el punto más álgido de la felicidad!). Lo siento, hace días que no te escribo. Por fin ha pasado la Navidad y esos horribles arbolitos, esos roñosos villancicos, ese consumismo compulsivo y esos horteras Papás Noeles colgando de los balcones intentando imitar a un chorizo o a Spiderman. Y no hablemos ya de los mensajes reales, cenas familiares, mensajes al móvil sin gracia y telebasura especial. Los Reyes son los padres, Papá Noel no es de nuestra cultura y el Caga Tió es un puto tronco. Aún así, reconozco, aunque me contradiga, que mi Rey favorito de niño era Baltasar. Pero como decía, ya pasó todo. Otra Navidad a la cual sobrevivo (jódete Santa Claus). Otro año más, y qui dia passa any empeny. Me entristeció nuestra última despedida, la última vez que nos vimos. Aunque no lo sepas, no me gusta perderte, ni que te vayas, ni despedirme de ti. La palabra adiós es muy fea, la deberíamos eliminar del diccionario. Escribiré a los de la RAE para decirles que son unos malnacidos por enseñarnos una palabra tan fea. Tal vez alguien me escuche y podamos recoger firmas contra las despedidas tristes que entristecen las tristezas (tres tristes tigres...). ¿Te animas? Puede ser divertido. Yo ya tengo experiencia en hacer campaña contra la Navidad (mi deseo es secuestrar al niño Jesús del belén del ayuntamiento) y contra los paraguas (con poco éxito, la verdad). Espero no me acuses de hacer excesivo proselitismo antiparaguas. Ya he tirado el post-it a la basura, los sentimientos se ocultan, feliz año nuevo, y sé muy feliz...
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